EL ESTRÉS Y MINDFULNESS
El estrés me está matando!!. Cuántas veces no hemos usado esta expresión o
la hemos escuchado en otros. Sin duda, la locura y las demandas del mundo
actual nos tienen muy lejos de la calidad de vida que muchos quisiéramos tener
y el impacto en nuestra salud física y mental es innegable. Infartos al
corazón, colon irritable, ansiedad, crisis de pánico, presión alta, debilidad
del sistema inmunológico, desarrollo de algunas enfermedades crónicas y hasta mayor
probabilidad de desarrollar cáncer se asocian a una vida llena de estrés, de
apuro, donde lo urgente se confunde con lo importante, con un organismo exigido
más allá de los límites.
Una irracionalidad de la que muchos
estamos conscientes, pero pocos hacemos algo para pararla. Es como si nos
hubiésemos subido a una montaña rusa de la que nos queremos bajar, pero no
sabemos cómo, aunque a veces tampoco queremos hacer el esfuerzo para pararla.
Sin embargo, ya sea porque algo de conciencia nos ilumina o porque finalmente
nuestro cuerpo nos grita desesperadamente, dando señales de no puedo más!!!,
tenemos que parar, tomar conciencia y darnos cuenta que de la forma en que
vivimos estamos comprando un boleto a la desdicha, la enfermedad, la soledad y la infelicidad….y quizás la
muerte.
El estrés y la ansiedad nos mantienen
en constante estado de alerta, sintiéndonos permanentemente amenazados por algo
que a veces ni siquiera sabemos distinguir. Vivimos pendientes de un futuro
naturalmente incierto o atados a un pasado que ya no está. En ese estado, nos
cuesta darnos cuenta que estamos viviendo
“una vida que no existe”, basada en un mañana o un futuro que aún no es
o un pasado que ya fue. Sólo hay un momento real, que es el único que vivimos y
es el HOY, el AHORA, sin embargo nuestra forma de vivir nos lleva a
desperdiciarlo, a ignorarlo, centrados en una mente que por naturaleza tiende a
estar en continuo movimiento, de aquí para allá, sin parar, sin atender, salvo que la dirija conscientemente
a ello.
La mayoría de las personas son
capaces de reconocer que están estresados, pero pocas están dispuestas a tomar
las riendas de su vida y hacer los cambios requeridos para vivir con calidad de
vida y acceder a mayor plenitud y felicidad. Normalmente tendemos a atacar los
síntomas físicos del estrés, razón por la cual nuestro país es adicto a las
fármacos para atacar la ansiedad, la depresión y un sin número de patologías
físicas o psíquicas relacionadas con él, sin embargo pocos se detienen a pensar
en el origen y las posibilidades de atacar las causas, única forma de vivir una
vida distinta.
Aprender a vivir en el ahora, disfrutar
del momento presente, nos permite hacer cambios trascendentales en nuestra
vida, de una magnitud que abarcan no sólo lo físico, sino también lo psíquico y
lo espiritual.
Aprender a vivir en el presente,
en el AHORA y con ATENCIÓN PLENA es descubrir una vida distinta, un mundo
distinto, una nueva realidad, nos sentimos y actuamos de otra forma. Los invito
a hacer el experimento de comer una manzana como normalmente lo hacemos, muchas
veces tragando, engullendo, sin siquiera saborearla, versus tomar la manzana,
tocarla, olerla y apreciar su colorido. Luego comenzar a comerla con toda
nuestra atención, mordiéndola lentamente, masticándola, sintiendo el jugo que
libera, apreciando su sabor y su olor, para luego sentir la fibra de la
manzana, conscientes del movimiento de nuestra mandíbula mientras la
masticamos, saboreando el trozo hasta finalmente tragarlo y darle paso a un
nuevo pedazo de manzana. Nos hemos comido una manzana con atención plena y al
hacerlo, descubriremos una manzana muy distinta a la última que hayamos
probado, una experiencia totalmente diferente. Imagínense lo que puede pasar al
aplicar esta experiencia de ATENCIÓN PLENA cuando miramos el mar, una puesta de
sol, el jardín de nuestra casa, o jugamos con nuestros hijos; es una
experiencia nueva, vida en expresión, soy yo viviendo.
Estar en el AHORA es vivir los momentos; estar en el estrés, en la
ansiedad, en el futuro o pasado, es permitir que la vida pase por nosotros, sin
muchas veces darnos cuenta. Aprender a estar presente requiere aprendizaje,
voluntad, decisión, como todo aquello que queremos incorporar en nuestra vida seriamente,
requiere ejercitar, preparar a nuestra mente para que aprenda a focalizarse y
estar atenta, disfrutando, capturando, incorporando el momento presente. Aprender
a hacer esto nos transforma la experiencia de la vida, independiente del estrés
y la locura del mundo que puede seguir igual, pero como todo, el problema no
está afuera, a veces no puedo hacer nada para cambiar el afuera, pero puedo
hacer todo para cambiar el adentro…y así todo ha cambiado.
MINDFULNESS O PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN
PLENA es más que una técnica o una herramienta, es una forma de vivir la vida,
centrada en la capacidad de vivir el momento presente en plenitud. Mindfulness
nos invita a aprender a cultivar la atención plena, poniendo el foco en nuestra
respiración, siguiendo el ciclo de inspiración y espiración en todo su proceso,
con intención, observando como nuestra
mente va y viene, que es su condición natural y trayéndola de vuelta
gentilmente al foco de atención cada vez que se dispersa o se distrae evaluando
el pasado o anticipando el futuro. Mindfulness no busca dejar la mente en
blanco, no busca llegar a ninguna parte ni alcanzar algún estado especial, nos
enseña a usar la respiración como una herramienta para detener la dispersión
mental y aumentar el poder de nuestra atención. La respiración es el puente que
conecta nuestro cuerpo con nuestros pensamientos, es un puente de conexión a la
conciencia. La plena conciencia es el milagro que nos permite ser dueños de
nosotros mismos y recuperar la plenitud; nos permite unir las partes dispersas
de mí y ser uno, yo mismo, plenamente consciente de la vida que me habita y que
soy. Esa unidad se logra sólo estando y habitando el momento presente.
Los invito a participar de mi
próximo Taller “Introducción al Mindfulness” y conocer la práctica de la
Atención Plena (Mindfulness) y sus beneficios sobre nuestra vida física,
emocional y espiritual.
contacto@puerta51.com
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