Puerta al Aprendizaje

¿Por qué la Puerta al Aprendizaje?


El mundo está cambiando, lo vivimos en nuestro día a día, pero falta mucho para adaptar nuestra forma de mirar, de pensar, de relacionarnos, de darle sentido a las cosas, y sobre todo de actuar, que sea compatible con la nueva realidad; muchas veces seguimos actuando y pensando de una forma que era compatible con el mundo del pasado y no con lo que necesitamos para evolucionar y desarrollarnos en este nuevo mundo. Mientras más avanzamos, más nos estamos alejando de la esencia de la vida, del bienestar y de las personas y más dificultades tenemos para entendernos, comunicarnos, colaborar en conjunto para el bien de todos, alineando intereses y respetando al otro. Actuamos tanto en el HACER y la urgencia, que olvidamos el SER, fundamento base para lograr construir futuro con sentido, propósito y permanencia.

Los cambios y las incertidumbres, son parte de la realidad que viene para quedarse, ES lopermanente, no hay vuelta atrás y para lograr sustentabilidad y desarrollo necesitamos adaptarnos a una realidad con estas características, en la cual requerimos de competencias y habilidades distintas a las predominantes en un pasado cercano. Daniel Pink en su libro “Toda una nueva mente”, plantea que estamos pasando de la Era de la Información a la Era Conceptual. En la Era de la Información las capacidades lógicas y lineales eran la base del desarrollo y crecimiento. Hoy vivimos con abundancia de información y buena parte del procesamiento lógico y analítico ha sido sustituido por la tecnología informática. Estamos ahora en una sociedad en que las capacidades requeridas y diferenciadoras están en la creatividad, en la empatía o la visión global, lo que él llama la Era Conceptual. Hoy nos enfrentamos a un mundo en que la diferenciación viene dada por competencias y actitudes marcadas por la capacidad creativa, la motivación, las capacidades de relacionamiento y la innovación, entre otras. Muchas de estas aptitudes requieren del desarrollo de nuevas miradas, de cambiar modelos mentales, de tener la capacidad de mirarse y revisarse y de estar abierto al cambio, poniendo el centro del proceso en las personas como motor de la organización.

La capacidad de cambio y de transformación requerida sólo se obtiene a través de la apertura al aprendizaje, valorando aquellos aspectos del SER que han sido olvidados y a veces desvalorizados por la razón y el pensamiento lógico, los que sin duda no pueden quedar atrás, sino que deben integrarse y potenciarse entre ellos, dando vida a un nuevo orden social, personal y organizacional para los nuevos requerimientos y una nueva realidad. Ese aprendizaje es sinónimo de dinamismo, de juventud, que no está relacionado con la edad cronológica, sino con la fuerza motivadora, las ganas de crear, crecer y confiar en un proceso de cambio que apunta a aportar al desarrollo, al crecimiento y al bienestar de las personas, la organización y a una sociedad más equitativa y equilibrada.

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