Psicología Positiva

  La Felicidad en el Trabajo

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¿Por qué hablar de Emociones?

Una de las películas más vistas en estos días es la nueva aventura de Pixar, “Intensa-Mente”, un juego de palabras que trata de reflejar lo que esta película en forma divertida, encantadora y conectándonos con el niño o la niña que fuimos, quiere mostrarnos: cómo opera el mundo de las emociones en nuestro interior, vivenciando la mente de una niña de 11 años cuando las emociones “toman el control”. Eso mismo nos ocurre a todos…las emociones están presentes a cualquier edad, lo que cambia es lo que hacemos con ellas y cómo las manejamos o gestionamos. De esa forma vamos construyendo nuestra vida, la de nuestros hijos y tocando también la de quienes nos rodean, a veces sin ninguna conciencia de quien está bajo el mando de nuestro actuar.

Hasta no hace mucho tiempo - y todavía hay quienes lo siguen pensando-, lo que se consideraba que daba valor al ser humano era su mente, su mundo racional, relegando el mundo de las emociones al espacio de la poesía y del arte, en algunos casos considerándolo muy peyorativamente como un ámbito relacionado con la “inestabilidad” o el “descontrol” y hasta la cursilería. A medida que el conocimiento y la conciencia avanzan, se ha descubierto que no sólo tenemos un cerebro racional, sino que también existe un cerebro emocional o límbico y el desarrollo de la neurociencias nos ha permitido ir entendiendo mejor cómo opera el mundo emocional en nuestro cerebro. Hoy somos capaces de reconocer que el ser humano tiene al menos tres dimensiones de expresión, mente, cuerpo y emociones y algunos también reconocemos una cuarta dimensión de expresión, el espíritu. Cada una de estas dimensiones son puertas que están disponibles para descubrir y experimentar todo el potencial que tenemos a nuestra disposición y su integración y coherencia nos permite avanzar a nuestra autorealización plena.

Eso es lo que somos!!!, pero usamos muy poco de nuestro potencial porque le hemos dado demasiada preponderancia a la mente, que sin duda juega un rol fundamental en nuestras vidas y en nuestro desarrollo, pero al no integrar el resto de las dimensiones de nuestro Ser, nos privamos de todo el colorido que tenemos a nuestra disposición para vivir la plenitud de lo que somos. Es como si tuviéramos una gran paleta de colores y sólo pintáramos con blanco y negro y de repente quizás azul o algún toquecito de amarillo; cuán distinto es el paisaje que resulta si lo hacemos con todo el colorido disponible. Esa es la invitación, a aprender a usar toda nuestra paleta de colores, que muchas veces simplemente no lo hacemos porque no sabemos que tenemos disponible tanto colorido, no lo hemos descubierto o no sabemos cómo usarlo, o simplemente no sabemos dónde tenemos que ir a buscarlo. No nos enseñaron a pintar nuestra vida con todos los colores que tenemos disponible o no nos permitieron hacerlo.

Es sorprendente descubrir cuánto más somos, que aquello que creemos ser y cuando comenzamos a abrir las puertas que están disponibles dentro de nosotros mismos, un nuevo paisaje se nos manifiesta y la vida nos va mostrando nuevos caminos que recorrer….¿hacia dónde?, hacia aquello que nos permite expresar todo nuestro colorido, a nuestro propio florecimiento, en palabras de Martin Seligman, uno de los padres de la Psicología Positiva; en definitiva a nuestra realización personal y expresión de toda nuestra fuerza vital.

Hoy te queremos invitar a comenzar a abrir la puerta de las Emociones, un desafío maravilloso que puede representar un cambio muy trascendente en tu vida, al permitirte entender, reconocer y gestionar tu mundo emocional y su manifestación en tu vida.

¿Porqué hablar de emociones?, porque increíblemente a pesar de vivir en un mundo totalmente emocional, creemos que vivimos en un mundo totalmente racional. Las emociones son nuestra energía vital, cumplen un rol fundamental en nuestra vida y en la forma en que nos relacionamos con los demás y con el entorno, sin embargo vivimos muy poco conscientes de la forma en que operan y cómo afectan nuestra vida y nuestras relaciones. Dentro de cada acto y de cada decisión que tomamos en la vida hay involucrada una emoción, otra cosa es que no nos demos cuenta o no nos conectemos con lo que nos pasa, pero siempre estamos en algún estado emocional. A veces estamos contentos, o tristes, entusiasmados, sorprendidos, deprimidos, enojados, confusos, irritables, amorosos, etc. y desde ahí estamos actuando, decidiendo, relacionándonos, conversando, escuchando o muchas veces no escuchando y por eso la importancia de aprender a entender, reconocer e identificar cuál es el estado emocional, el sentimiento, que está inevitablemente presente en cada acto y decisión de nuestra vida, aunque aún no seamos conscientes de ello. Las emociones tienen un tremendo poder en nuestra vida, el cual podemos usar a nuestro favor para potenciar quienes somos, para reafirmarnos en quienes somos y empoderarnos en nuestra fuerza vital; en cambio la mayor parte de la veces lo desperdiciamos, porque ni siquiera sabíamos que existía.
Quiero compartir un pensamiento que aparece en el libro “Emociones, las razones que la razón ignora”, de Soler y Conangla, que refleja toda la sabiduría que podemos descubrir dentro de nosotros mismos, si comenzamos a abrir la puerta a las Emociones.
“Más allá de lo evidente, hay universos por descubrir. Allá donde los ojos no ven, hay territorios ignotos por explorar. Son espacios interiores a los que es difícil acceder directamente. Contienen la sabiduría acumulada en generaciones. Fuentes de conocimiento intuitivo nos esperan”.